Friday, January 22, 2010

La Indivisible Haiti.

Como la mayoria de las personas que nos enteramos de la catastrofe haitiana, el terremoto del 12 de enero del año en curso, muestro mi pesar por todas las victimas, directas e indirectas, para mi, todas fatales, por la fatalidad de haber sido tocadas por el asiago destino que los ubico en el lugar y el tiempo en que la naturaleza decidio reajustar sus capas tectonicas, sin siquiera dar un previo aviso o señal.

Este evento ha tocado los corazones de millones de terricolas, de los cuales no pocos sabian, hasta este momento, que poseian uno. Como siempre, porque siempre habra quien interprete los hechos de forma diferente a la aplastante mayoria que pudo ser testigo del mismo acontecimiento, ha habido quienes, de forma desaprensiva y sin el mas minimo respeto por el pesar del projimo, se han aventurado a proferir venenosas insinuaciones sobre la religiosidad del pueblo haitiano como motivo de la ira divina y castigo de los impios. Ignorancia disfrazada de fe o religiosidad manipuladora y barata con el fin eterno de inculcar pavor, miedo o terror.

Tres hechos anecdoticos he vivido con relacion de este momento de luto y dolor del indivisible pais hermano, no siames, porque no nacimos historicamente juntos, ni de los mismos padres, por lo que no nos identificamos mas que por los basicos lazos con los que dos paises vecinos, con hechos historicos que les han hecho colisionar y reconciliarse para vivir una paz que ha costado muchos sacrificios de ambas partes.

La primera de las anecdotas que contare aqui es la siguiente: Un señor afroamericano, es decir, negro americano, se acerca y me dice -Mr. Leo, he escuchado en la radio que la causa del terremoto de Haiti es que los franceses hicieron un pacto con el Diablo para que Haiti nunca salga de su pobreza por haberse liberado de ellos.- Alcance solo a responderle que yo no podia dar credito a lo que decia y que yo, en mi condicion de dominicano no podia repetir su version, basicamente porque no se oia igual en ambas bocas. Sin embargo me quede con el deseo de seguir exponiendo mi punto de vista, pero me contuve, y lo deje ir, no al señor, deje ir mi enojo.

Segunda: Una señora latinoamericana, me ve en un pasillo y me dice textualmente, porque recuerdo hasta su expresion facial: Oye, pero los dominicanos tienen suerte, a ustedes no les paso nada.

Que les parece? Eh?.

Respiren profundo, si quieren relean la expresion de tan desdichada señora y continuen leyendo, si les queda algun deseo, si no, bueno, pueden seguir otro dia, los comprenderia perfectamente.

De hecho que no soy un repentista pero tengo la mala costumbre de responder de repente, y solo atine a decirle, no a recordarle porque tengo la certeza de que ella no sabia que habiamos perdido en años recientes comunidades completas en Mesopotamia y que los huracanes o ciclones que nos azotan de tiempo en tiempo han dejado tambien mucha mortandad, orfandad, luto y pesar al pueblo dominicano, luego la vi alejarse como si lo que le dije no significara nada para ella. Es hondureña.

Y tercera: Alguien a quien en verdad aprecio y agradezco, me dice: Mr. Leo, porque usted no se va a ayudar a Haiti como medico. En eso le digo que si el Departamento de Educacion continua pagando mi salario y conservo mi empleo, con muchisimo gusto lo haria, y mi querida amiga me insiste y agrega: Hagalo sin paga, voluntariamente, es decir; vayase sin respaldo de nadie y arriesguese a perder su trabajo con el que usted le da sustento a sus familiares que dejo en su pais. Calle y evadi una confrontacion que no llevaria a ningun lugar.

Al menos en el ultimo de los casos, mi querida amiga solo mostro un alto nivel de ignoracia, por ejemplo, presentarse en cualquier parte del mundo sin pertenecer a alguna organizacion o en representacion de esta, es un acto muy emotivo, plausible pero estupido. Los riesgos que se agregan al acto mismo de las labores que un medico incurre, son inconmensurables, por ejemplo: Donde va a cobijarse este solitario buen samaritano? o Quien le va a suministrar alimento, agua o cualquier otro cosa que humanamente sea necesaria?, quien le brindara proteccion?. La misma proteccion que carecieron los dos comerciantes dominicanos que fueron baleados gravemente al intentar distribuir alimentos a la poblacion damnificada.

Al menos formo parte de los restantes 6 mil millones de seres humanos que no han hecho acto de presencia en Haiti en labores humanitarias, aunque no sean medicos trabajando en el extranjero en otra profesion que no es precisamente la de Doctor en Medicina.

Este buen elemento no es mas que otro damnificado voluntario que lo unico que haria es agregar un numero al inmenso ya existente. Incluso podriamos preguntarnos, quien verificaria sus credenciales? Le permitirian unirse a algun grupo de medicos, porque hasta donde yo se, un medico por el hecho de serlo no resuelve mas que cosas minimas que lo podria hacer cualquier persona medianamente educada. Mi querida amiga es jamaiquina.

Bueno, me imagino que se habran dado cuenta que en cualquiera de las tres anecdotas, la dominicanidad, de alguna forma sale tocada, puesta a prueba o desafiada. Que podemos hacer? Bueno, lo primero que hice a las 6 de la mañana del dia 13 cuando me entere de la magnitud del problema fue llamar a mi amigo haitiano, medico psiquiatra, y preguntarle si sabia algo de sus familiares en Haiti. Luego donde trabajo, hacer lo propio con un compañero que trabaja como profesor y quien tambien es haitiano. Otras cosas que he hecho me las reservo para mantener el "anonimato".

Esperemos que la suerte vaya cambiando para bien del pueblo haitiano y del dominicano tambien.

Hoy con mas conviccion que ningun dia anterior les digo:

Bendigan para poder ser bendecidos.

Hasta la proxima y...no se averguencen de ser parte de la Indivisible Isla La Hispaniola y esperemos que la Republica de Haiti deje de ser Invivible lo mas pronto posible.


Que asi sea.