Mi inolvidable "Colegio Cristobal Colon" Parte II

Por algun lugar de mis circunvoluciones cerebrales reposaba el nombre de uno de los profesores que puedo decir con orgullo que terminaron siendo mis amigos, Sergio Augusto Vasquez, lo conoci como mi profesor de ingles y observe que llevaba al aula unos "libritos" con una portada amarilla y negra de donde el copiaba el vocabulario que correspondia a la clase del dia, tambien me permitio ver mas de cerca lo que resulto ser las lecciones de un curso que el habia hecho por correspondencia con la National School de California.

A partir de este evento fui a la casa, tendria yo unos trece o catorce años de edad, y le pedi a mi madre que me permitiera inscribirme en ese mismo curso a lo cual doña Julia accedio sin cuestionamiento. 20 lecciones con igual numero de discos de pasta de 45 rpm, lo termine en algo mas de un año y me crei que habia aprendido todo el ingles que necesitaria en la vida, tuve que venir a residir en los Estados Unidos para comprobar que en verdad ese curso fue solo el primer peldaño de una escalera que parece no tener fin.

Sergio Augusto Vasquez fallecio siendo un hombre muy joven, lo recuerdo siendo muy alegre, jovial seria la expresion justiciera para describirlo, conciliador, respetuoso y hasta esoterico, por el supe de la existencia de la Orden Rosacruz, por eso le llamaba "frater" a sus allegados sin que la mayoria supiera de donde le salia esa expresion.

No en su rol de profesor, pero si como un gran colaborador de la institucion recuerdo a Jacobo Constant, para muchos Machi Constant, hoy un co-productor televisivo, muy exitoso por su papel de contraparte con uno de los hombres mas conocidos de los medios audiovisuales y empresariales de la Republica Dominicana.

Machi, amigo de los amigos, ex militante politico de izquierda, cuando lo conoci supe de su actuacion revolucionaria en la guerra de abril del 1965 y de su caracter de libre pensador, de convicciones personales muy ferreas, inquebrantables e innegociables.

Miguel o Miguelito, mi compañero de segundo año de bachillerato, de quien no he tenido noticias hace mucho, fue quien me comento que habia una plaza vacante en una empresa multimillonaria dedicada a la importacion y venta de vehiculos pesados para la construccion y el agro, ademas de otros implementos. Le comunique mis deseos de conseguir un trabajo y ambas circunstancias fueron conjugadas para que luego de una entrevista y unas pruebas de mecanografia, obtuviera mi primer trabajo (no empleo) en Implementos y Maquinarias CxA o IMCA, tendria a la sazon unos 16 años. Siempre le estare agradecido aunque no me imagine que desde esa experiencia jamas dejaria el habito de ganarme mi propio sustento, hasta la fecha en que escribo estas palabras.

Dos compañeritos de apellido Pichardo, sin conexiones familiares entre si, el uno, delgado, alto, moreno, de buen animo, de hablar rapido, informado de todo lo referente al curso que iba tomando el Colegio y sus administradores o de como le iba a tal o cual coetaneo que fuese o no bendecido por su proximidad con el mas conocido de los egresados del Cristobal Colon.

El otro bajito, atletico, vivaz, competitivo, quien de buenas a primeras lo vemos en el barrio de Villa Consuelo y al reconocernos mutuamente me refiere de memoria los nombres y apellidos de casi un centenar de compañeros de estudio y le agrega algunas anecdotas (todo esto en varios encuentros), y nos recuerda las expresiones aristotelicas sobre la "tabula rasa". Solo dire aqui que este joven ha podido tener mejor suerte y nuestra sociedad pudo haber aprovechado mejor sus multiples talentos, es suficiente.

Hubo muchas compañeritas a quienes recuerdo con mucho respeto, tal como nos tratamos siempre, tuve la desdicha de nunca poder involucrarme mas alla del vinculo academico, porque mi dicha andaba por otros lares, de forma que si no las menciono aqui por sus nombres, los cuales recuerdo perfectaemnte, solo se debe a un ejercicio de prudencia caballeroso, es decir, sin malicia alguna.

Rememorar no siempre es grato, en especial cuando se recuerdan seres que ya no nos acompañan en esta existencia, tambien puede la buena memoria ser peligrosa, cuando nos llega a la mente la imagen de alguien, quien a pesar de haber fallecido, algunos preferirian que ni se mencionaran, por los siglos de los siglos jamas, aunque se nombre tenga que repetirlo todos los dias del mundo. Bueno, alla cada quien con sus demonios.

De repente, me asalta un olvido antojadizo, no irresponsable, sino prudente y decente, tal como lo aprendi de mis progenitores, unica fuente primaria de inyeccion de estos valores.

Continuo bendiciendo y hoy reclamo que hagan lo propio, y veran como llegan bendiciones sobre ustedes.